2021 ha sido el año de comprobar que lo que estábamos mirando, tocando y sintiendo era real. Poder intervenir en proyectos o decisiones con especies amenazadas, en peligro y plantear su gestión no ya entre las cuatro paredes de un quirófano, sino igualmente sobre el territorio, sobre el hábitat, nos ha dado la responsabilidad que tanto hemos trabajado durante años. Poder estar en una misma plataforma con administraciones, empresas y entidades del tercer sector analizando y materializando actuaciones en cualquier parte del territorio ha convertido a AMUS en una embajadora del hacer cooperativo, de lo que es trabajar verdaderamente en red.
Formarse en una experiencia tan dilatada en conservación y recuperación de especies nos ha permitido ofrecer una alta calidad e innovación en proyectos de referencia internacional, como es el del banco criogénico de huesos en aves salvajes.
Por primera vez se valida un procedimiento que hace posible injertar huesos de aves donantes fallecidas en otras con traumatismos o necrosis óseas. Pero no solo hemos fortalecido y refrendado la importante función de un hospital de fauna salvaje en el mantenimiento de la Biodiversidad, si no que, al mismo tiempo, hemos generado sinergias con un elenco diverso de sectores sociales por asegurar el hábitat de nuestros iconos pacientes reduciendo sus amenazas o problemáticas.
De aquí, surge el grupo “Amenazas fauna” que en alianza con la DGS de la Junta de Extremadura y el SEPRONA de la Guardia civil intenta reducir, combatiendo las principales problemáticas como son los venenos, disparos, electrocuciones en líneas eléctricas o los enganches en alambradas por lo que el hospital de AMUS, actúa como perito de los casos de sospecha de actividades delictivas contra la fauna. Más de 150 casos efectuados a lo largo del año en el que están presentes especies de alto valor como Águilas imperiales, perdiceras, Linces o Milanos reales. De igual manera, el hospital se adhiere a la estrategia con especies invasoras con la DGS habiéndose recibido más de cincuenta animales decomisados o hallados en el medio natural.
También, es el año con más ingresos aproximándonos a los 1500 animales recogidos y atendidos en el hospital procedentes de 119 municipios diferentes de la provincia de Badajoz.
Este apasionante momento lo valoramos, como no podría ser de otra manera, entre buitres negros que se van a Bulgaria y otros leonados rumbo al viaje más largo efectuado en proyectos internacionales, Creta, en los que participamos desde hace ya años a través de la VCF (Foundation conservation vulture), entre perros que han liderado cómo cuantificar el número de aves afectadas por tendidos eléctricos y que conforman ese proyecto de UCRA (Unidad canina en biodetección) o incluso entre Milanos reales con el proyecto Life Eurokite en el que AMUS es uno de las entidades socias en el primer proyecto de reintroducción de esta especie en España.
Entre tanto, seguimos a la par con los proyectos con Aguiluchos cenizos, con los puntos de alimentación para aves necrófagas, con la custodia del territorio ya en miles de hectáreas consorciadas con Ayuntamientos, en la monitorización y seguimiento de fauna con emisores Gps, con la formación a futuros profesionales y a personal con objetivo de especialización y con una demanda cada vez más creciente de nuestros servicios especializados en medicina quirúrgica y en un tratamiento científico en lo que hacemos, que nos permite plantear muchas propuestas de conservación y de reducción de amenazas en disparidad de áreas y territorios.
2021, lo despedimos enérgicos, pero con la tranquilidad que da la experiencia, sabedores que nos esperan unos meses próximos pletóricos de acciones, también de algún contratiempo, en los que seguiremos dando todo lo más depurado y conseguido de un equipo humano enamorado y entregado en lo que hace.
Nuestros mejores deseos.
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