Son muchos los obstáculos que tienen que superar los Aguiluchos cenizos una vez llegados a tierras ibéricas. Venidos del África subsahariana, acuden todas las primaveras a Extremadura para asumir la fase más importante de cualquier organismo como es la reproducción. Pocas rapaces sufren amenazas tan directas y continuas, de hecho, está considerada como una de las rapaces más vulnerables y en retroceso en las dos últimas décadas. Criar en el suelo, en medio de los campos de cereal le acarrea innumerables contratiempos; el primero la siega en verde, luego la recolección propiamente dicha, el empaque de la paja y multitud de peligros generados en torno a la desprotección del nido el momento después de cosechar (perros, zorros, cuervos, gatos…y el ser humano). Si no se adoptan medidas urgentes que apuntan al retraso de la recolección de manera generalizada o a la gestión de reservas de las mejores colonias de la especie, este cometa del cereal será solo un espejismo y una muestra más de nuestra indiferencia hacia la conservación de la vida salvaje. Vamos ya tarde, como casi siempre. AMUS, otras asociaciones y personas a título individual en el seno del GEA (Grupo extremeño de Aguiluchos) y en coordinación con la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura desarrollan estas acciones de protección y salvamento. Las imágenes corresponden a un nido que hemos tenido que retirar y trasladarlo para su incubación en el hospital de AMUS.
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