Si conociéramos todo lo que ocurre de nuestros hombros hacia arriba, no pararíamos de sorprendernos y además con cierta incredulidad. En el medio aéreo se desarrolla toda una vida espectacular. En este escenario, en el que los humanos somos poco o nada duchos, las aves manifiestan hazañas ajenas en muchas ocasiones a nuestras miradas. Hoy, os vamos hablar de dos Aguiluchos cenizos marcados en el verano de 2019 en Extremadura. Al margen de la insólita, exclusiva…capacidad para realizar un viaje de miles de kilómetros sorteando y superando grandes contratiempos: climatológicos, orográficos, acciones humanas, tendidos eléctricos, parques eólicos, ausencia de alimento, el desierto…es sobre todo, la proeza de saber orientarse y llegar al mismo lugar de reproducción. Los dos, despidieron África el 27 de Marzo saliendo por la ciudad marroquí de Tanger; uno le llevó media hora y otro una hora cruzar el mar entrando en la península al norte de Tarifa. En apenas un día, los dos Aguiluchos se encontraban en sus respectivas áreas en donde se reprodujeron el año pasado. ¿Quién da más? Estas acciones se han realizado en colaboración con el GEA (Grupo extremeño de Aguiluchos) y con la ayuda financiera de la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura.
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