...Se dice que el valor de algo va directamente relacionado con el esfuerzo invertido por alcanzarlo, el riesgo asumido y el desgaste que supone día a día pelearlo hasta la extenuación. En AMUS no existe la suerte, ni el premio en concepto de aprobación, existe el merito de la disciplina que te hace no “ser” por lo alcanzado sino por lo inmensamente superado.
En estos momentos AMUS, sin ser tributo de nada, percibe su realidad en línea recta- como siempre- marcando un rumbo que no está desnortado, es decir vamos a seguir hacia la misma dirección pero vamos a estar mejor porque tenemos los medios básicos para optimizar al mil por mil nuestra responsabilidad por la conservación de la vida salvaje más amenazada.
2019 despidió una década para sin añoranzas y sin mirar solo lo justo al pasado reanudar un año que se saborea de alta actividad en una diversificación de funciones acorde a una organización ya veterana. Es el sabor del profundo avance en proyectos y acuerdos de coberturas intra e intercomunitaria con países, instituciones y entidades plurales y diferentes; en una plataforma sin precedentes en beneficio de la especies y en el de la preservación ante las principales amenazas que las rarifican. Todo esto habla de una nueva etapa cargada de buscados retos y grandes responsabilidades. Todas estas líneas estratégicas se reflejan en este anuario y en él vertemos lo más destacado de un año, que ya no es una tabla de salvación como el anterior, es toda una embarcación que se abre paso a toda vela en pleno océano.
Necesitamos seguir viéndote con un remo en la mano de esta gran nave...en este emblema de lo posible, divisamos costa... A por ello.
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