Casi al oscurecer llegamos al lugar bajo las indicaciones de Francisco- término municipal de Esparragosa de Lares- Badajoz, el pastor que la había encontrado y activado el aviso. Nada más percibir nuestra presencia y a medida que nos acercábamos se debatía poseída por ese miedo ancestral que tienen los animales salvajes hacia lo humano. Rápidamente y en línea recta hacia ella en un campo visual que la arrinconaba sobre el vallado para impedir que se lesionara más la pata, la cogimos y enseguida se le administró un tranquilizante. En el momento se le hizo una exploración rápida para comprobar daños en articulaciones o fracturas en la pata, de entrada parecía que no. Una vez ya en el hospital de AMUS, con mucha alegría comprobamos solo una laceración dérmica en el tarso y ausencia de traumatismos. Pensábamos que “una entre un millón” de las grullas que ingresan y pueden liberarse. En los próximos días si todo evoluciona según lo previsto será puesta en libertad. La rapidez del aviso de Francisco así como su inmediata recogida evitaron una muerte segura durante la noche ante depredadores, el frio y el agravamiento de las lesiones.
Muchas gracias a Francisco Merino y Manolo Gómez, las dos personas involucradas en el rescate de esta Grulla.
Utilizamos cookies propias y de terceros para el análisis de la navegación de los usuarios. Si continua navegando consideramos que acepta el uso de cookies. Ok Más información